lunes, 1 de junio de 2009


Me acerqué al mostrador, a beber un poco de Ron; me atendió un viejo un poco raro, dijo ser un tipo sabio. La noche no venía muy bien, mi garganta empezaba a quemar, y de pronto el viejo se me acerca; me ofreció fumar de su cigarro.Y empezó, a contarme, las vueltas de la vida; sus historias, su experiencia y su penar. Que no todo, en el mundo es alegría… Sin embargo uno siempre tiene, que saberla disfrutar.Sus errores reconocieron, así fue como él aprendió. El destino uno no lo maneja; las cosas sucedieron así. Pero igual, no se arrepintió, dijoNena, haceme un favor; hace todo lo que a vos te parezca, si es que así vos sos feliz’. Me enseñó a no joder, la vida a otras personas, y que hay cosas que jamás entenderé. A no tener ese miedo a la muerte… La vida es muy corta, pero hay que saberla disfrutar.Me acerqué al mostrador, a beber un poco de Ron; me atendió un viejo un poco raro, dijo ser un tipo sabio. La noche no venía muy bien, mi garganta empezaba a quemar, y de pronto el viejo se me acerca; me ofreció fumar de su cigarro.Y empezó, a contarme, las vueltas de la vida; sus historias, su experiencia y su penar. Que no todo, en el mundo es alegría… Sin embargo uno siempre tiene, que saberla disfrutar.

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